La reacción de los estudiantes de la Ibero y de los demás que se han sumado a las marchas me han dado tanta esperanza de que la gente despierte y no se consolide la macabra profecia del regreso del PRI, con toda su cargada de dinosaurios represores y corruptos. Estos jóvenes están haciendo lo que nosotros no hicimos por miedo, apatía. Estos jóvenes no quieren que les vendan un futuro gris de ninis ni seis años más de asesinatos, desapariciones y terror. Muy bien por ellos y por el impulso que han inyectado a los que como yo daban ya todo por perdido con respecto al futuro inmediato de México.
Hay que pensar desde ahora que hacer después del primero de julio, porque desgraciadamente por las experiencia en votaciones anteriores la tentación de imponer está muy al alcance, el ejercito está ya ahí en las calles y los intereses de los grandes capitales mueven los hilos. Es tiempo de tomar la responsabilidad y hacernos todos conscientes del destino de nuestro país más allá de las votaciones.
