La última vez que estuve en este café no había tantas mesas, era pequeño y acogedor, con música suave de fondo y buena atención. El cappuccino, excelente. Ahora se ha vuelto muy popular lo que ha sido beneficioso para el dueño pero se siente como si algo se hubiera esfumado del lugar junto con el aroma del grano y el vapor de la máquina.