Wednesday, 13 April 2005
Un canario en una mina
Esperamos de nosotros mismos mucho. Igualmente los que nos rodean. Deseamos que cambie el clima, que se pasen las horas, que sea ya la salida. En ese aguardar por otra cosa no estamos viviendo lo que el momento nos presenta. Cierto, no todas las situaciones son agradables, quisieramos la vida fuera un largo momento feliz intermitente, pero los momentos difíciles son inevitables. Es parte de la vida, supongo, vivir unos y los otros. Quedarse con lo que venga. La tendencia es salir corriendo y esconder la mirada con las manos. Evadirse. Al final todo es impermanente, todo pasa, lo que nos agrada y lo que no. Aferrarnos a una situación es lo que nos cansa. Cuando te agarras de algo, te congelas, te quedas estancado. Todo sigue cambiando y tú en tu museo personal. Espero a que la rueda gire. Espero sin reloj en mano, dejando que lo que hace falta llegue, no empujando las situaciones, a veces arriba, a veces abajo.