Como me encuentro en el extranjero el antojo de tacos o cochinita pibil tan solo se puede satisfacer cocinando porque pues no hay forma de salir a la calle al puesto de la esquina. Así he aprendido a hacer diferentes formas de platillos que calman mis ansias de algo picosín y sabroso con sabor al terruño.
Algunas recetas las he recreado a golpes de memoria, recordando como cocina mi mamá o Chevita, la señora que por varios años nos ayudó en las tareas hogareñas. Otras las he tenido que conseguir a través de aquel invento maravilloso apodado 'el internets'. Mis búsquedas por google me han llevado a distintos puntos, blogs, sitios web y videos de youtube. Estos últimos centrarán el tema de este tan inútil post.
Por ejemplo, hoy quería preparar unos ricos tacos al pastor, con piña, su cilantro y cebollita. Entonces busqué y mi aventura rindió frutos al llevarme al sitio de las recetas de la abuelita, un sitio en donde una señora amablemente nos enseña como preparar tan enigmática receta. Hay que saber elegir, hay sitios varios que ofrecen la mismísima receta de las tortas sudadas, pero con la justificación de tener que cocinarlos para el esposo mexicano o con versiones adaptadas.
Mis recetas favoritas son aquellas en donde el video definitivamente se siente amateur, sin edición excesiva, que se siente tan sencillo como si se estuviera de mirón en la mismísima cocina de la seño mientras cocina. En donde no se especifica si el ajo que hay que añadir es una cabeza o un diente y no hay forma de preguntarle.
