Friday, 13 November 2009

Flärke aisle 28 loc 14

Ikea siempre me produce un retortijón en el estómago tan pronto empiezo a caminar por la tienda. Sera el tamaño del lugar, las luces blancas, el azul y el amarillo, no sé.
Me divierte agarrar los utensilios y sentarme en las sillas y me sorprende la visión y el orden para desarrollar un proyecto así. Después de un rato, ya me quiero ir y motivo a mis acompañantes para caminar rapidamente la ruta mercadológicamente bien delineada. A pesar de las flechas me pierdo y siempre me desespero. Al llegar a la zona de recolección de artículos me da vértigo ver todas esas torres de cajas perfectamente ordenadas con muebles que serán un día basura inservible y pesada.
Al final del trayecto, un hot-dog barato como premio.
Será mi mentalidad mexicana tan arraigada y tan disimil de la sueca, que prefiere una mesa de madera chueca hecha por un solo cristiano antes de un diseño inteligente y ergonómico. Que desfasado podrías decir, por preferir algo singular a algo hecho en serie y muy barato.