Tuesday, 28 September 2010

Un gran pintor

Apenas, mientras arreglaba unas pantallas para serigrafía me vino un recuerdo de no se donde. Cuando de pequeño, mis papás nos llevaban al D.F. siempre nos quedabamos en un hotel en la colonia San Rafael. Me encantaba. En cada cuarto había el clásico cuadro de la playa con gaviotas y otro más, sólo recuerdo el de la playa. Llevaban la firma del artista, Hernández, solamente. Sin importar el hecho que el mismo cuadro se encontraba en todas las habitaciones y que posiblemente después de pintar el número 60 ya no hubiera quedado mucha inspiración, el ver el cuadro me ponía a pensar, me gustaba su textura y la luz, aunque de técnica no sabía nada. Ahora me doy cuenta que gracias a él, pude concebir que un artista llevara el mismo apellido que yo, no necesariamente Dalí o Picasso, y que no por mi nombre necesariamente estaba destinado a ser contador o abogado.

Tuesday, 21 September 2010

Micro vs macro

Entro al blog y este me mira de reojo. Se porta como si todo estuviera bien, pero se que es lo que le molesta. Me deja pasar, escribir un nuevo post y cuando voy a la parte inferior a ver la cuenta de los tuits más recientes, suelta un pujido, mhhh y se da la vuelta. El blog está resentido del que ahora tuitea. No lo dice, pero se que piensa, 'todo el tiempo que me dedicabas y ahora apenas si me visitas'. Querido blog, por eso he vuelto, extrañaba escribir más de 140 palabras.

Thursday, 12 August 2010

Forma cruel de percatarse de la edad

Nunca me ha preocupado acumular años, me parece una inquietud inútil sobre algo irremediable y natural. Lo que sucede es que hay momentos muy particulares que nos hacen darnos cuenta de que el tiempo si ha transcurrido y que no se es el mismo de ayer.
En lo físico el ejemplo más a la mano serían las desveladas. A los 18 puedes ir de fiesta en fiesta y abusar de cualquier cosa y no hay problema, al día siguiente estás listo para la siguiente, a lo que quiero referirme son aquellas insinuaciones del destino más refinadas, ejemplo: Ir en el auto y escuchar en el radio a Duran Duran y cantar entre dientes The Reflex y recordar el efecto de la ola cayendo sobre la audiencia, que risa, y pensar que hacía tiempo que no se escuchaba la canción. Generalmente hasta ahí llegaría la reflexión (the reflex, reflexión, jo, jo) pero si se ahonda un poco más y se hacen cuentas se llegará a la conclusión que el New wave y la canción ya tiene más o menos 26 años, ¡veintiseis años!
Con la música que escuchábamos cuando muy jóvenes sucede que se queda estacionada en un lugar de nuestro cerebro y no se mueve. Darse cuenta del lapso transcurrido es como un zape en la nuca, un 'ay no manches, ¡ya tiene tanto tiempo!' kind of feeling.
En algún post anterior mencioné como se logra el mismo efecto devastador al ver a l@s adolescentes actuales vestir la terrible moda ochentera con afanes retro.
Cuando empecé a trabajar en la universidad hace unos años en admisiones, por las solicitudes de ingreso se podía saber que las nuevas camadas de ese entonces habían nacido en los ochentas, lo que las convertian en 10 años más jóvenes (o a mi 10 años más viejo, como se quiera ver). Ahora la nueva generación ha nacido en los noventas, entrados, lo que me pone a pensar que ese trabajo ya no es para mí, vamos, que estos nacieron cuando sonaba Nirvana.



Tuesday, 27 July 2010

Nube de gadgets

Después de varios dias de darle mantenimiento al sitio, escribirle a los amigos, probar la cámara y desear un iPad me he olvidado de lo cerca que está el parque y de lo que me gusta caminar.

Monday, 12 July 2010

Big Bang Big Boom

BIG BANG BIG BOOM - the new wall-painted animation by BLU from blu on Vimeo.

Animation and Direction by BLU

Produced and Distributed by ARTSH.IT

Soundtrack by Andrea Martignoni

Thursday, 1 July 2010

Las palabras se leían rápido del libro en blanco. Tenerlo abierto hacia uno con sus páginas desnudas prometía la mejor lectura. No hacia falta firmar historia alguna en el libro en blanco, al terminar cada una se desvanecía.


Las palabras se leían rápido del libro en blanco. Tenerlo abierto hacia uno con sus páginas desnudas prometía la mejor lectura. No hacia falta firmar historia alguna en el libro en blanco, al terminar cada una se desvanecía.