En el estilo visual de Ciudad de Dios, edición rápida, buen uso de la música, Tropa de élite (Brasil, 2007) es una película que hay que ver; de lo mejor que se exhibió en el 2008. La narración, desde la perspectiva de un capitán del BOPE (batallón de operaciones especiales de la policía) nos permite conocer la forma de actuar y pensar de este grupo de asalto urbano que a diferencia del SWAT que existe con la función de rescatar vidas, tiene como objetivo entrar a las favelas y hacer operaciones de limpieza, es decir matar a los narcos todos.
El capitán Nascimento (un excelente Wagner Moura) es un cabrón hiperviolento que alcanza un dilema moral entre su actuar en el que ha sido adoctrinado después de un entrenamiento durísimo y una guerra diaria y el próximo nacimiento de su vástago.
Ubicada en 1997, el filme tiene como telón de fondo una operación absurda dedicada a salvaguardar el sueño del Papa que dormirá en la casa de un cardenal precisamente junto a una favela. Es interesante la provocación del director Jose Padilha al enfocar el problema del tráfico en la corrupción existente en Rio, en todos los niveles desde los políticos hasta los policias, los traficantes por supuesto pero poniendo el acento en la responsabilidad de los clasemedieros que consumen la droga y que por lo tanto financian sabiéndolo o no, a los grupos de vendedores que controlan implacablemnte las favelas. Como dato curioso, mientras se editaba, una copia se filtró y multiplicada en las calles se vendieron millones de copias piratas antes de su estreno comercial, la película era ya un éxito antes de su exhibición en las salas.