Karla reiterated what she said to Todd, about humanity's dreaming, but Abe is too scared, I think, to make the leap. He's too set in his ways.
Repetition breeds inertia.
Micro-serfs
Thursday, 24 September 2009
Friday, 18 September 2009
La alcancía se gasta tus ahorros
Tradicionalmente cuando niños depositabamos nuestros tostones en un cerdito hecho de barro con una abertura en el lomo para guardar las monedas. Pero yo nunca confié en el cochinito. Haciendo mis cuentas al romper el marranito y contar los pesos siempre me salia mal la cuenta y aunque nunca lo pude comprobar sospechaba que el cochino se salia a la tienda de Don Simón a comprar gansitos, pingüinos, submarinos y chocorroles al no ser visto.
Tuesday, 8 September 2009
Sin ironía
El verdadero reto, no es tener poder, ni un nombre, ni todas las atractivas formas de autoafirmación conocidas. El verdadero desafío es conocerte en la paz de tu silencio. Descubrir quien eres enmedio de todo el ruido de tu cabeza que ni siquiera es tuyo. Pero no quieres descubrirlo, es más, harías cualquier cosa por evitarlo. Cómodo y fácil resulta entregar el control a esa constante voz que te recuerda que grande e importante eres; alimentarla. No quieres saber, no te interesa hacerlo y serías capaz de defender los halagos astrosos con la vida. A todos nos da miedo pero hasta que no la enfrentes no podrás en verdad ser libre.
Friday, 4 September 2009
Colegas
Cuantas veces pensaba en lo que habían dicho, preguntándome a que se referían, transformando en rencor comentarios vacios. No podía como muchos hacen no importarme nada. Mi mente ávida de sentimientos se sentía víctima de la ira y la envidia, que existían, era un hecho, que flotaban en el cuarto y aunque no dirigidos a mi los asumía.
Cuantas veces ignoré que lo que escupían tan sólo hablaba de ellos, de su propia vida.
Cuantas veces no debí de haberme manchado la camisa llevando a casa en el portafolio para el fin de semana restos de la oficina.
Como sus escritorios con montañas de papeles con asuntos de otros, esos colegas, son espejos que no reflejan.
Cuando en alguna ocasión se abrían a confesiones y pesares no hize caso, no escuché, era lo más sano.
Cuantas veces me sentí explotado, pensando que era maldad su insensibilidad y ceguera.
Que mínima compasión nos tuvimos y tan poca paciencia.
Cuantas veces ignoré que lo que escupían tan sólo hablaba de ellos, de su propia vida.
Cuantas veces no debí de haberme manchado la camisa llevando a casa en el portafolio para el fin de semana restos de la oficina.
Como sus escritorios con montañas de papeles con asuntos de otros, esos colegas, son espejos que no reflejan.
Cuando en alguna ocasión se abrían a confesiones y pesares no hize caso, no escuché, era lo más sano.
Cuantas veces me sentí explotado, pensando que era maldad su insensibilidad y ceguera.
Que mínima compasión nos tuvimos y tan poca paciencia.
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