Friday, 11 July 2008

En nombre de Remi de Heidi y de Candy Candy

Que horribles eran esas caricaturas. De lágrima pronta, de sentimiento culposo; a mi me cagaban. Pero al día siguente en la primaria era obligado escuchar el comentario del gordo pedorro en clase; ¿vieron en que se quedó Remy? fuuuta que güeva.
Cuando se murió corazón alegre me encabroné y me prometí no perder el tiempo en pendejadas de ese tipo, me volví un poco cada vez mas cínico y mi amistad con el televisor se transformó en desconfianza.