Saturday, 18 October 2008

Autoemboscada

¿Para qué quedar en este café
después de tanto tiempo?
Una cobra meneandose hacia mi
en cámara lenta
atado yo de pies y manos,
cuando el amor que hubo
es ya residuos
de brebaje
fondo de taza ilegible
entre nosotros.
No más que un tenue hilo de baba
como tendedero de inutiles recuerdos
que bien podría lavar con lejía
y colgar para secar.
Triste reloj de arena.
Mesero, por favor
traiga la cuenta
antes de que llegue mi cita
y me pueda zafar
de este compromiso
que sólo yo he imaginado.