Mientras esquivaba personas con el carrito del super en los atestados pasillos sentía que me miraban. Al tomar una caja de zucaritas quedó un vacío en el estante que dejó al descubierto el rostro de alguien en el pasillo adyacente checando entre los resquicios de los productos lo que yo depositaba en mi carrito.
Había un gran charco en una isla de jugos en rebaja, jugo de grosella tal vez.
En eso en los altavoces se escuchó: Hemos identificado a un comprador que se esta resistiendo a las ofertas y que trata de combatir nuestra adecuada muzak y audaces estímulos visuales. No persista en su intento o nos veremos obligados a llamar a seguridad.