Que gran invento. Producto de la tecnología mexicana que pasará a la posteridad. En aquellos lejanos años las botellas de cristal de los refrescos eran retornables, asi que o te tomabas la chaparrita en la tiendita o pedias tu pecsi en bolsa. Bolsa de plástico transparente estándar con popote, o si eras alternativo, le hacias un nudo en la abertura y mordias una esquina inferior y te dedicabas a succionar el refresco o dejarlo fluir, dependiendo de tu mordida. Los chamacos sudorosos llegaban de la salida a exigir su vital líquido.
Cuales leyes sanitarias ni nada, con la misma mano que recibía el dinero doña bigos destapaba la botella y dejaba emanar el chesco. Quedaban en las banquetas las mortuorias envolturas y popotes tapizando el pavimento, eran tiempos en que la contaminación del planeta y la conciencia planetaria eran un mito de fábricas humeantes que se representaba en dibujos hechos por los papás que en ingenuas exposiciones se mostraban en los pasillos.
Muchos años más tarde, al no llevar envase en una tiendita de un pueblito me vendieron una caguama en bolsa familiar, una como del super. Que refrescante y que antihigiénico, aaaahhhh.
Instrucciones:
1.- Destape la soda de su predilección, de preferencia con un destapador o una llave.
2.- Vacíe el contenido dentro de una bolsa de plástico transparente (es importante no utilizar bolsas de papel ya que el contenido se filtraría, duh!)
3.- Introducir popote.
4.- Sujetar por la parte superior, rodeando la paja.
5.- Ir a donde se quiera y disfrutar.
Advertencia: Una vez vertido el líquido en el receptáculo, beber todo de una vez. No utilizar los portavasos del auto porque... este... dicen que no funciona.