Las narraciones de corrupcion y violencia provenientes de Mexico que eventualmente comparto en el comedor del trabajo me han convertido en una especie de "cachirulo" posmoderno, al cual, como ninios deseosos de fantasia se acercan para preguntar por nuevas improbables historias absurdas.
En una primera instancia me sento bien la polularidad con que companieros traian a sus amigos y pedian les repitiera la historia del santo de los narcotraficantes y aquella otra muy popular del presidente estupido. Pero ya pasada la euforia, hay historias que por macabras no me atrevo a contar ni a los mas aferrimos seguidores del gore. Es frase comun decir que la realidad sobrepasa a la ficcion, y en algunos casos es mejor no contarla por precaucion y porque hay mentes virgenes a la porqueria de la politiqueria mexican curious que no seria justo y hasta peligroso mostrarles ejemplos que alteren su comodo y seguro status quo. Por eso y por verguenza me resisto a comentarles la nueva de los jueces de la supuesta suprema corte de la nacion que dejaron libre al corrupto monstruo convertido en gobernador de un importante estado y que esta embarrado en pedofilia y acusado de tortura a una periodista. Ademas la comida es de tan solo media hora y tendria que ir hacia atras para contarles de las grabaciones de las llamadas y explicarles sobre las botellas de cognac y aun si lo hiciera dudo que llegaran a comprender un nivel tan apestoso de corrupcion. No porque en este pais no lo haya, sino porque se maneja en forma distinta. No es tan abierto, no queda al descubierto una y otra vez y la gente lo soporta. Esas historias tan horripilantes no las cuento.
Pero hoy junto a la cafetera me encontre rodeado por un circulo de curiosos que queria les explicara sobre la nota que aparecio hoy en The Independent sobre los asesinatos a cantantes de grupos de musica nortena supuestamente perpretados por bandas de narcotraficantes. Una lindura de historia que dejo a los escuchas con la boca abierta a punto de babear, mirandose entre si como diciendo; "la imaginacion de este cabron".
Lo mio creo, es la fantasia infantil y me gustaria pensar que el absurdo surrealista por llamarlo de alguna forma pero el material de muerte y corrupcion que me procuro de los diarios mexicanos sea por curiosidad, nostalgia o simple amarillismo me inclina a la narracion negra de cloacas y porqueria. Ni modo.