Aah, hay dias que uno quisiera escribir algo super profundo, algo que cuando alguien visite y lo lea lo haga sentirse bien o lo ponga a pensar o lo encabrone o que alguna emoción levante, pero hay dias en que nada sale bien, en que las palabras como que nomás no se acomodan y lo único que se escucha en la cabeza es un ruido como de línea de ocupado del teléfono, beep beep beep, y nada más.
Hay dias jodidos en el trabajo que por lo menos dan de que escribir. Tampoco es para poner todos los corajes y traumas en el blog, porque que culpa tienen los lectores asiduos (?) y aquellos que llegan por casualidad de leer las penalidades de alguien que ni conocen. En fin que he tenido un día de la gaver en el trabajo y ni siquiera puedo escribir algo chistoso, irónico o lleno de coraje, asi que usaré el martillo de Oldboy para ejecutar mi implacable venganza, lo haré como a los blogueros en momentos sin inspiración nos queda; con un enunciado directo y nada rebuscado, sacado de enmedio de la jornada, en tiempo laboral:
A la manager de marketing le apesta la boca.
Cuando me daba instrucciones esta mañana sobre las modificaciones necesarias al sistema se le salió un eructo, fuuta, que cosa mas apestosa, yo creo que está estreñida y se le están apestando las entrañas.
La burocracia si la tomas en serio o te la cargas por años te carcome el alma.
Aunque también mucho sirve estar enmedio de lo que no te gusta para medirte; montar al dragón.
Ahora que es bien sabido que el dios que gobierna los sitios de internet es uno vengativo que auxilia a sus fieles bloguitos de los malnacidos tunantes, asi cuando el castrante en cuestión googlea algo en el trabajo, la deidad de blogspot lo castiga llenándole la pantalla con ventanas de pornografía zoofílica interminable y sacándole gusanos por el ano. Aunque no estoy seguro.
Ah, ya me siento mejor.
Lo que estoy ahorrando en terapia al tener un blog.
Disculpe las molestias que este desahogo le ocasionen.