Me encanta el cafe. Por las manianas es la primera motivacion del dia para levantarme. En la misma linea de abrir los ojos, banarme, rasurarme para despertar del todo. El aroma tan misterioso como oscuro el color. Nada como un espresso al medio dia, despues se enfrentan los retos con valentia y coraje. Una cuidadosa seleccion de granos, un buen molido y el tostado exacto aseguran el mejor material.
Hace unos anios mi cuate catador Avelino me invito junto con otras personas a una finca en Xico para que experimentaramos la recoleccion del rojo fruto. La experiencia fue formidable, la manana era un poco nublada con un velo fino de lluvia, en un silencio reverencial cada uno cuidadosamente escogia los frutos mejores, los ya rojos como cerezas y sin defectos. Familias enteras se dedican a recolectar en los alrededores sobre todo Coatepec en donde reciben un peso por kilo, si, un peso por kilo. Nosotros que eramos como diez tan solo recogimos unos 5 kilos, es obvio que las familias por ganar unos pesos mas no ponen tanta atencion en la calidad de lo recolectado, llenando sus bolsas con frutos verdes o picados.
Nos mostraron el proceso y recuerdo la etapa de separacion de granos, en donde de extendian en algo parecido a una alberca y se vertia agua. Los frutos mejores quedaban al fondo y los defectuosos flotaban. Asumimos todos que los granos flotantes eran desechados a lo que Avelino punzante declaro: no, esos que flotan son los que se usan para el consumo interno, del que se hace cafe instantaneo y el del fondo es el que se exporta. Brasil exporta el excedente de su produccion, el mejor cafe se queda en el pais. Aun el Nescafe brasilenio es muy bueno.
