Friday, 13 June 2008

Convenience store

Rashid trabaja en un supermercado Sommerfield en Bristol. Empezó apenas hace unas semanas, más por presión de su familia que por desición propia; el sueña ser diseñador de autos.
Mientras escanea los productos piensa en mil cosas; en su futuro, en el día que deje ese trabajo, en las chicas en vestidos de verano. Dice que le divierte, no levantar la cara, y registrar un producto tras otro hasta que es el momento de cobrar, para entonces, sin haber visto el rostro del comprador descubrirlo; edad, posición económica, figura, hasta nacionalidad pueden reconocerse de esta manera. Rashid cree que su don piensa que reconocer cualidades en los compradores es una habilidad inhata, siendo su familia heredera de una larga tradición de comerciantes que se remonta hasta sus abuelos en Pakistán.
Hay dias que llega motivado al trabajo y hasta piensa en escalar de puesto, pero pronto se da cuenta de que es una vida muy competitiva e inútil. Al principio estaba un poco preocupado, siendo este su primer trabajo, pero a la segunda semana se dio cuenta que es mecánico al extremo y hoy día puede hacer toda su labor mientras canta canciones en su cabeza. Es importante no olvidar las frases dadas, si el comprador paga con tarjeta es importante preguntar si requiere cambio en efectivo, si tiene vauchers, si necesita ayuda para empacar, sutilezas que le parecen superficiales. Si el supervisor se encuentra cerca incluso pregunta si se encontró todo lo que se buscaba. Rashid no hace sus compras en el establecimiento, a pesar de su descuento de empleado, prefiere caminar un poco e ir a un Tesco que se encuentra más adelante, en donde esa cajera tan linda que trabaja medio tiempo, inevitablemente evita su mirada.