Sin itinerarios plastificados como los hermanos protagonistas del filme nos dirigimos la chica mascapalabras y yo al cine el miércoles pasado. En Northumbria Drive esta el Orpheus un cine con 7 pequeñas salas, independiente, como casi ya no los hay. Habíamos cinco personas en la sala. Esperaba más gente tratándose de un filme de Wes Anderson que ya cuenta con un gran grupo de seguidores pero supongo que las malas reseñas de los periódicos y la narración no costumbrista de sus filmes resultan pesados para más de uno.
Yo esperaba verla con muchísimas ganas, me parece formidable como Anderson puede mezclar tan bien la tragedia sin caer en la cursileria o la pose y mezclar la comedia dando un contrapeso que de como resultado un buen balance, una tragicomedia bien hecha.
Las reseñas que leí criticaban el lugar común del tema central de la película, el viaje espiritual a la India, pero se quedaron me parece en la superficie. La búsqueda de la familia paterna es un tema constante en las películas de Wes Anderson, el buscar al padre es una forma de volver a los orígenes de buscarse a sí mismo, el viaje es lo importante, el que este situada en la India tiene que ver con lo impredecible del lugar y la influencia que las fotografias de Ved Metha y las películas de Satyajrt Ray tuvieron en Anderson. El guión fue escrito por Anderson mismo, Roman Coppola (hijo de Francis Ford y hermano de Sofia) y su primo Jason Schwartzman (colaborador usual y primo de Roman). Son constantes en este filme los detalles técnicos por lo cual su obra se considera muy personal; los detalles visuales, los diseños de los sets, los grandes angulares, la cámara lenta, los letreros en tipografía Futura. Sus personajes son excéntricos, inadaptados y dañados aunque vistos a un luz simpatética, tendientes al escapismo químico. Son temas suyos la nostalgia, el fracaso, las familias fracturadas y como lo mencione anteriormente la figura paterna (su búsqueda).
En lo personal disfruto mucho los momentos de silencios incómodos en los cuales los personajes caen, y la ambigüedad en el desarrollo de la trama que deja a muchas personas sin entender lo que vio. Constantes también son sus actores y amigos, desde Jason Schwartzman en Rushmore a los hermanos Wilson, Anjelica Huston y por supuesto Bill Murray.
Aún no he visto Bottle Rocket, su primer filme y considerado lo mejor hasta ahora.
De resaltar son sus soundtracks, la música refleja los sentimientos nostalgia y aislamiento de los personajes; folk de Bob Dylan, los Rolling Stones, The Kinks, Cat Stevens, John Lennon o Paul Simon en The Royal Tenenbaums o que tal David Bowie interpretado en portugues a ritmo de bossa nova por Seu Jorge en The Life Aquatic with Steve Zissou.