Tuesday, 5 February 2008

Pancake day

Hoy martes en Inglaterra el dia previo a la Cuaresma se celebra comiendo pancakes o como los conocemos en Mexico hot-cakes, aunque sean mas bien como crêpes. El miercoles de ceniza marca el inicio. La Cuaresma representa los cuarenta dias y cuarenta noches que paso Jesus en el desierto en retiro y oracion siendo tentado por Satanas a convertir una piedra en pan aprovechando su hambre, a saltar un barranco y ser rescatado por angeles induciendolo a la soberbia y a tener posesion de ciudades y hombres seduciendolo con la ambicion. La secuencia de La ultima tentacion de Cristo de Scorsese referente al desierto es fiel a los momentos en que los pensamientos avasallan a quien en retiro busca un espacio para encontrarse.
En si, un tiempo de recogimiento y reflexion que precede a la Semana Santa. Pero basta de catecismo que este blog no es atalayo.
Si, pancake day. Ciertas costumbres britanicas pueden parecer excentricas a la luz de otra cultura, pero igual pasa con Mexico, Argentina o China proviniendo de una cultura diferente. Esta costumbre en lo personal me gusta y me parece muy ternurosa, sniff. Mientras en Rio de Janeiro todos se despepitan en la bacanal y la samba, en Veracru se baila chunchaca al ritmo del rey feo y las mas diversas formas de celebracion de la carne se da en los distintos carnavales, aqui a lo mas grueso que se lleva el libertinaje de los sentidos es el comerse unos (no muchos porque es gula) pancakes, eso si, delgados, no gruesos y esponjados como en un IHOP, por supuesto sin tocino, jamon o acompanamiento. Ni hablar de unos cuadros de mantequilla que se derrita por los costados, ni un chorro de miel de maple o una embarrada generosa de mermelada, nah, tan solo unas cuantas gotas de limon encima y un poco de azucar, espolvoreada, nomas.
Nunca he sido asiduo al carnaval, solo una vez al de Veracruz, de por si no soporto las multitudes, el calor pegajoso, el olor general a meados, la chunchaca todo volumen y el kitch a su maxima expresion fue chistoso por un rato (unos 5 minutos) para convertirse en penitencia sin siquiera haber llegado a la epoca posterior destinada a ella. Me encanta el puerto, excepto durante carnaval. Lo mio es mas bien lo sereno, sin caer en lo flematico o de hueva. Asi que a mis jotqueics les voy a untar harta Nutella. Uhuu! que grueso soy! Esta vida de excesos y rock & roll.