El año que acaba de pasar vio convertirse a Arcade Fire en la banda favorita de muchos melómanos. Para quienes conocían Funeral la espera del nuevo disco mezclaba altas expectativas como también algo de temor por ver la nueva producción convertida en un fiasco. Hay reminiscencias de coro de iglesia en la agrupación, las cuerdas, notas de acordeón, guitarras y algo de predicador en la voz de Win Butler. Neon Bible es menos introspectivo que Funeral (funeral se trataba del dolor personal, mientras neon bible es un dolor general y en grande) la mirada es al exterior refiriéndose a la industria militar, la iglesia, el hombre común y sus preocupaciones, el negocio del entretenimiento, en un tono molesto, catártico. Si tuviera que elegir un tema que resumiera el sonido total de Arcade Fire creo que eligiría No cars go como el himno utópico por excelencia. Existe en el un beat que asemeja una carrera, el mismo escape del que habla Keep the car running , y las cuerdas, toda la orquestación acompañada de los coros que transmite esperanza y excitación después del apocalíptico y directo Antichrist television blues. El álbum es una obra redonda en donde incluso los altibajos ayudan a crear estados de ánimo que son aprovechados por los demás temas. El tema abridor Black mirror hace referencia al artefacto de siglos de antigüedad que supuestamente permitía a quien lo consultara ver en el corazón de los hombres, lo que sigue con los siguientes temas es el malévolo reflejo de la sociedad contemporánea desplegándose de forma sublime ante nosotros perplejos videntes.